Historia

Cuando HERNANDO AVILÉS se separa de Los Panchos en Chile en noviembre de 1951, después de una etapa musical auténticamente gloriosa, se queda a descansar y a pasar el fin de año en Viña del Mar.

Cuando regresa a México en enero de 1952 lo hace como la gran estrella que es, con un nombre y un prestigio continental legítimamente ganado.

Una vez terminada su etapa con Los Panchos y reincorporado a las actividades cotidianas, invita a tres integrantes de un trío constituido en México y funcionando profesionalmente, aunque no muy conocido, para formar un grupo de cuatro elementos que adoptaron un nombre que no fue único:

Adicionalmente a esto, en ocasiones se le agregaba el nombre de EL PANCHO.

Los tres elementos a los que invita fueron GUILLERMO ROMERO, FABIÁN LEÓN y SALVADOR BARBOSA, quienes formaban el trío LOS GITANOS, o LOS GITANOS DE GUILLERMO ROMERO, según consignan las etiquetas de discos grabados por ellos.

El Cuarteto

El Cuarteto fue un grupo de cuatro elementos que cantaba a tres voces.

Lo más sobresaliente es que tenía como primera voz a su creador Hernando Avilés, una de las primeras voces más admiradas internacionalmente en materia de tríos. Su hermosa voz, sus altos y finos alcances, su suave modulación, su forma de expresar musicalmente las canciones, y el haber sido parte constitutiva del padre de todos los tríos, Los Panchos, lo convirtieron en una primera voz de auténtica leyenda.

El requinto era Salvador Barbosa, dueño de un excelente gusto. Sus introducciones y adornos son de una creatividad indiscutible, en los que, además, se combinan las guitarras para hacer arreglos a dos o tres cuerdas.

Guillermo Romero y Fabián León eran las voces segunda y tercera del grupo. Barbosa, no obstante que sabía cantar, pues cantaba en su trío original, en el Cuarteto se dedicaba fundamentalmente a tocar requinto.

Una distinción del Cuarteto era que se presentaban siempre vestidos de frac, nunca en traje de calle o en smoking.

Avilés era tan meticuloso en materia de vestimenta que en sus presentaciones evitaba sentarse antes de salir a escena para que ninguna prenda sufriera alguna pequeña arruga. En la vida diaria tenía la costumbre de cambiarse de camisa dos o tres veces al día.

El grupo se mantuvo unido durante cinco años, de 1952 a 1956.

En el último año, estando en Sao Paulo, Brasil, donde no gozaban de la fama que tenían en otras partes, sufren una crisis económica que los lleva al rompimiento. Avilés regresa a México. Fabián León fallece en Brasil.

El Cuarteto grabó 41 canciones en versión original y 10 en segunda versión, lo que hace un total de 51 canciones grabadas.

Breve biografía de Hernando Avilés

Hernando, nacido en San Juan, Puerto Rico, el 1 de febrero de 1914, fue hijo de Manuel Avilés Rivera y Gregoria Negrón Rodríguez.

En 1932, a los 18 años de edad, formó con Luis Antonio y José Alberto Chebelto Borgos el TRÍO ANTILLANO. En esa época es atacado por una tifoidea que lo aleja del trío.

Una vez recuperado forma el trío LOS GAUCHOS, nombre que reflejaba su admiración por Carlos Gardel y su gusto por los tangos. El trío se forma con Pepito Maduro y Carlos Alfaro y funciona de 1934 a 1937.

En 1935, a los 21 años de edad, se casa en Puerto Rico con Manuela, con quien procrea a sus hijas Helga e Ivis Adarina.

En 1938 se convierte en solista.

En 1940, a los 26 años de edad, se va a Nueva York y forma parte del trío LAS TRES GUITARRAS, con los elementos ecuatorianos Segundo Cortés y Benigno Medina.

En 1941 integra el DUETO AZTECA con Sotero San Miguel.

En 1942 regresa a su condición de solista, cantando con las orquestas de Juanito Sanabria y Bobby Quintón, haciendo con ellos diversas grabaciones y giras por distintas ciudades, fundamentalmente del este de EUA.

En mayo de 1944, a los 30, lo invita Alfredo Gil a formar un trío al cual ponen por nombre LOS PANCHOS, con el cual logran el enorme éxito continental que todo el mundo conoce.

Malena

En 1949, a los 35, se radica en México y conoce a MALENA (Clemencia Magdalena Peregrina Castañeda) con quien se casa ese mismo año, ambos en segundas nupcias.

Malena, nacida en Puebla, era hija, junto con Gil, Edith, Indalecio, Malenita y Jorge, de Amado Peregrina y Joaquina Castañeda.

Malena tuvo dos hijos en su primer matrimonio: Georgina (Yoyis) y Armando Saldívar Peregrina, quienes pasaron a formar parte desde niños de la familia Avilés Peregrina.

Yoyis le dio el nombre al Bar que Hernando y Malena pusieron como negocio en Insurgentes y Félix Cuevas, en la ciudad de México.

Avilés empresario

Hernando Avilés no sólo fue una gran primera voz; fue también un empresario de gran iniciativa y empuje. Él y Malena fueron propietarios de los siguientes negocios en la ciudad de México:

Algunos de los negocios, como el YOYIS INTERNACIONAL, YOYIS ALAMEDA y BAR 33 desaparecieron en el terremoto de 1985.

EL CUARTETO, LOS PANCHOS y LOS TRES REYES, El Último de los Grandes Tríos

Como se ha comentado, forma su Cuarteto con el que desarrolla sus actividades artísticas de 1952 a 1956.

En 1957 se reintegra Avilés a LOS PANCHOS con Gil y Navarro, en donde permanece hasta agosto de 1958, en que termina, de nuevo abruptamente, la relación en Buenos Aires.

En el mismo 1958 (octubre) forma con los jóvenes Gilberto y Raúl Puente el trío LOS TRES REYES, bautizado por el suscrito y conocido ahora como El Último de los Grandes Tríos, trío con el que logra enormes éxitos musicales. El trío concluye sus actividades como tal, de común acuerdo, en 1966.

Avilés fallece en la ciudad de México en julio 26 de 1986 aquejado del mal de Parkinson, el cual se acentuó con el terremoto de septiembre de 1985, que acabó con algunos de sus negocios. Malena falleció el 23 de agosto de 1990, cuatro años después de Hernando.

ADENDA

Enero 21, 2020

Mi estimado amigo CARL ANDERSSON, de Florida, EUA, me hizo el favor de enviarme la grabación de la canción PHILOMAR - PRINCESITA ORIENTAL- que grabara HERNANDO AVIÉS en Nueva York como solista con la orquesta de ALFREDO MÉNDEZ, antes de formarse el trío LOS PANCHOS, de cuya grabación, por cierto, no teníamos antecedentes.

Esta es una valiosísima aportación que hace CARL como producto de las continuas labores de investigación musical que lleva a cabo.

Como sabemos, CARL es uno de los coleccionistas más importantes del mundo en materia de discos y música del trío LOS PANCHOS.


El Cuarteto en la TV
Hernando y Malena con Armando y Doña Joaquina

Semblanza de Hernando

Plática de Raúl Puente y Gustavo Leal Benavides

en agosto de 2010

Avilés: Primero y último

He tenido la oportunidad, en una de tantas ocasiones que platicamos mi querido amigo Raúl Puente y yo, de abordar el tema de su relación con ese gigante de los tríos que fue Hernando Avilés.

Avilés fue el primera voz fundador de Los Panchos, el egregio trío que rompió todas las barreras de los cancioneros con guitarras, y también fue el primera voz, siempre estrella, de Los Tres Reyes, El Último de los Grandes Tríos.

Ese privilegio, que es inigualable en la crónica de los tríos, le ha dado un lugar preponderante y un halo de preeminencia que lo distinguirá siempre en la historia musical de México, su tierra de reposo eterno, en la historia de Puerto Rico, su muy hermosa tierra natal, y en todo el mundo que lo conoció, admiró y todavía se deleita con su voz.

Los Tres Reyes

Raúl y Gilberto Puente y Hernando Avilés unieron sus grandiosos talentos para formar el glorioso trío Los Tres Reyes, en octubre de 1958. En esa fecha Avilés tenía 44 años y Raúl y Gilberto casi 22.

Avilés aportaba, a sus 44 años de edad, una de las voces más bellas para trío; aportaba también su madurez y experiencia, sus múltiples contactos en el medio artístico y su gran prestigio a nivel continental. Gilberto y Raúl aportaban, a sus 22 años de edad, su juventud, su reconocido talento, su enorme creatividad. También aportaron, con la aceptación de Avilés, el nombre del trío, que tenía ya un prestigio ganado.

Gustavo Leal Benavides en Los Tres Reyes, El Último de los Grandes Tríos

Diálogo con Raúl Puente

Platicando con Raúl abordamos diversas facetas sobre el particular.

— ¿Fue fácil unirse a Avilés en el aspecto de trato? Le pregunto a Raúl.

— Cómo no, muy fácil.

— ¿No era de carácter difícil? Sus diferencias con el Güero Gil aparentan que era temperamental…

— No, era tranquilo, de muy buen carácter; aunque, como todos, tenía sus ratos difíciles, pero eran la excepción. Y sus ratos difíciles, en todo caso, no eran con nosotros.

— En particular con ustedes ¿cómo era la relación?

— Quizá por la diferencia de edades el trato era como de padre a hijos. Siempre nos llevamos muy bien. Su estilo de vida era similar al nuestro. Él no era desvelado, nosotros tampoco; le gustaba mucho dedicarse a lo suyo, a cantar, a ensayar mucho las canciones que poníamos, a nosotros también.

— A propósito ¿dónde ensayaban?

— En su casa. Él vivía en Xochicalco y Matías Romero, en la Colonia Narvarte, en la ciudad de México. Nosotros vivíamos a 10 minutos, en la Colonia Álamos.

— Entonces ¿había buena comunicación entre ustedes?

— Muy buena. Él y yo platicábamos mucho. Cuando andábamos de gira convivíamos más, por razón natural. Avilés tenía muy buena disposición para escuchar, y eso a mí me agradaba y se lo he agradecido siempre, porque en esa edad es importante la orientación de los mayores, de quienes ya tienen camino recorrido. Hernando tenía, además, inclinación por darnos consejos, quizá por vernos jóvenes, de manera que se combinaban las cosas.

— De sus características personales ¿cuál sería una que consideres sobresaliente?

— Era muy honesto, de una palabra; lo que decía lo cumplía. Eso te da una gran tranquilidad y seguridad en una relación profesional como la nuestra.

— ¿Cómo era en su persona?

— Era muy ordenado, muy organizado. Le gustaba andar siempre bien arreglado, bien vestido, con buen carro. Además, le gustaba hacer ejercicio. Ya sabes que en Puerto Rico, de joven, le hizo al box. Es más, uno de sus hobbies era ver el box por TV.

— En cuanto a comer y beber…

— No era desordenado en el comer; al contrario, era muy ordenado. Buscaba siempre mantenerse con buena presencia. Le gustaba mucho la fruta.

— ¿Le gustaba tomar?

— No. Regularmente no bebía.

— ¿Y cuando lo hacía?

— Cuando lo hacía, le gustaba tomar cognac.

— ¿Leía?

— Sí. Le gustaba leer novelas.

— En cuanto al trío, en materia musical, en la elección y el poner las canciones ¿cuál era su rol?

— Él participaba sugiriendo arreglos en guitarras y voces. Tenía muy buenas ideas y mucha experiencia. Recordemos que anduvo nueve años nada menos que con Gil y Navarro.

— Dicen que era perfeccionista, que era obsesivo en poner muy bien las canciones.

— Sí. Era muy meticuloso, especialmente en la letra, en el aspecto gramatical de las canciones. Ponía mucho cuidado en la dicción, en cómo decir las canciones.

— ¿Disfrutabas tú cuando cantaba el Trío Los Reyes con Avilés en la primera voz?

— Claro. Era un privilegio cantar con una voz tan melodiosa y fina como la de Hernando. Aunque yo era parte del trío, me gustaba mucho cómo se oía cuando cantábamos, siempre lo disfruté mucho.

— En resumen ¿tienes buenos recuerdos de Hernando Avilés?

— Muy buenos recuerdos. Hernando significó mucho en nuestra vida. Tuvimos la oportunidad de hacer con él un trío altamente aceptado, con un primera voz querido, admirado y respetado en todas partes. Creo que Los Tres Reyes escribieron con él una bonita página en la historia musical de México y América.

Avilés y su voz

La voz de Avilés es la voz emblemática de los tríos. Él le dio la identificación del sonido de la voz a Los Panchos. Siempre ha sido una referencia para saber si Los Panchos suenan como Panchos o no. La comparación siempre ha estado y estará presente en las canciones en que otro primera voz ocupó su lugar: Shaw, Julito, Albino, Cáceres, Ovidio, Basurto…

Inclusive, cuando Avilés regresa a Los Panchos en 1957, después de cinco años de haberse separado del trío en la primera ocasión, se manejaba la versión de que su voz declinaba. Sin embargo, la producción de esa segunda época con Los Panchos es inigualable. Hermosísimas canciones todas, y arreglos y voces. Un Avilés en plenitud, con Gil y Navarro en inmejorables condiciones musicales.

Y todavía más, en 1958 y años subsecuentes, Avilés refrenda la frescura de su voz y su envidiable timbre: Los enormes e indiscutibles éxitos de Los Tres Reyes lo corroboran.

Timbre inigualable

Nunca será suficientemente alabada la hermosa voz de Hernando Avilés.

Sus seguidores se cuentan por miles y, parafraseando a Enrique Quezada de Los Tres Diamantes, se localizan en todas los rincones del mundo en que un canto suave, fino, romántico, encuentra un corazón enamorado en donde anidar…

Cuando uno se sumerge en ese mundo del cual formaron parte tantos gigantes de los tríos que son tan admirados, adquieren una mayor dimensión las figuras de Hernando Avilés, ya ausente, y de Gilberto y Raúl Puente, afortunadamente todavía vivos, actuantes y cercanos.

Ellos son protagonistas de una historia subyugante para quienes los tríos representan tanto.

Gustavo Leal Benavides


Hernando y Raúl Puente en marzo de 1965
Hernando y Gaby, su nieta